miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cambios

   La verdad, no sé porque escribo este post, o mejor dicho, quizás puede que no le interese a nadie (cosa nada extraña, pues seguramente el 50% de mis posts seguramente no despierten ningún interés…). Sólo sé que tengo que escribir sobre los cambios, y en este caso los cambios de un tipo raro, es decir, yo.
    Últimamente me es imposible centrarme, no dejo de pensar, pensar en demasiadas cosas, en cosas que van a pasar y en cosas que no me pasarán pero que ojalá me pasarán. ¿Porqué?  Es un tiempo de cambios. Cambios que marcan un punto importante en la vida, cambios que definen el porvenir de uno/a, cambios que deseo y temo… en definitiva, lo que son cambios. Pero este periodo de cambios no sólo afecta a mi estado psíquico, no sólo me hace pensar más y más, sino que mi estado físico también se ve afectado. Antes, tanto psicológica como físicamente estaba bastante ágil (o al menos así lo consideraba). Ahora, también estoy ágil…”agilipollao”. Dicen que después de una tormenta siempre llega la calma, pues bien, creo que estoy en una tormenta (y ojo, que a mí las tormentas y la lluvia me encantan, pero de vez en cuando no está mal ver salir el sol…).Sinceramente, no me importaría que los cambios me llegaran tal cual, es decir, que me ocurrieran y ya, que no tuviera que decidir sobre ellos. Pero no, la cosa es más complicada, en todos los cambios las personas y nuestra capacidad de decisión somos algo fundamental. Es por esto que muchos de nuestros cambios, tal vez no sean los más adecuados debido a nuestra capacidad de decisión ya que, a veces no somos capaces de decidir correctamente, no nos atrevemos porque tenemos miedo. ¿Miedo a qué? A los cambios. He de reconocer que en muchos de los cambios que he vivido mis decisiones no han sido las correctas y muchas veces pienso en como habría sido x cosa si hubiera decidido de otra manera… es por esto último que cada vez me cuesta más decidir, que cada vez me cuesta más cambiar. No todos mis cambios han sido para mal, lógicamente, pero hay ciertos de los que me arrepiento y, la verdad suelen darse siempre en un mismo campo de mi vida, campo que no diré por ahora (ni por después…).
    Entonces, ¿debemos resignarnos a seguir cambiando/decidiendo como hemos hecho hasta ahora, a cambiar como nunca hasta ahora no lo habíamos hecho, a evitar el cambio? No sé la respuesta, sólo sé que anquilosarse en los cambios del pasado no siempre es la mejor opción y que cambiar bruscamente tampoco, ni, mucho menos, evitar el cambio. Todo y nada está en nuestras manos y debemos atrevernos a cambiar, porque cambiar, es decidir y, decidir, para bien o para mal, es vivir, ya que la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, sus cambios.
    Después de haber soltado todo este tostón que ni yo mismo comprendo al releer, no sé como he llegado a la conclusión siguiente: “Decido atreverme a cambiar, para bien o para mal, pero decido atreverme a vivir”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar!!! Cuantas más opiniones lea mejor visión del mundo tendré (o al menos eso intentaré).