miércoles, 2 de noviembre de 2011

El de cuando todos se indignan

Empezaré este post como tantos otros periodistas y personas han hablado en algún momento últimamente. Estamos asistiendo a un cambio único en la historia, a una revolución que no sabremos como acabará pero que parece apostar por un mundo mejor y más libre. Pues bien, siento contradecir a tanta gente pero me parece de lo más normal el proceso que estamos viviendo. Es normal que la gente se indigne y se queje, es normal ahora y lo ha sido toda la vida lo que pasa es que quizás estemos en un momento, en una época, donde más libertad parece haber para quejarse. La revueltas en el norte de África son preciosas, con sus miles de muertos y heridos pero claro, hay que pensar que el fin de la dictadura y vivir con más libertad por lo tanto, justifica estas revueltas, sino ¿porqué iba a estar gente dispuesta a morir por los suyos, por un futuro mejor? Sinceramente veo innecesarias tantas muertes, nunca las podré justificar. Las cosas se han estado haciendo mal desde ya hace mucho tiempo y parece mentira que todavía no hayamos aprendido el modo correcto de hacerlas. A mi desde luego lo que me queda bien claro es que si se les permite a ciertos países estar en guerra es porque a otros pocos les importa bastante todo el beneficio que sacarán y muy poco todas las vidas que se perderán. Pero no nos pongamos dramáticos, la historia nos ha mostrado que para la busca de una “mejora” son necesarias las muertes y de nada sirve la diplomacia, los protocolos. Triste pero cierto.  En nuestro mundo, en nuestro planeta, es tremendamente necesario que haya ricos y pobres. Es tan simple como que, para que haya alguien rico tiene que haber bastantes pobres. No digo que esto me guste pero es la cruda realidad, tiene que ser así. Por este motivo cuando veo a tantos indignados en las noticias (pero ojo, no indignados que están matándose por el norte de África en busca de una democracia no, hablo de indignados de los nuestros que piden una democracia real), me doy cuenta otra vez de la hipocresía del mundo. Lo primero, no nos engañemos, la democracia es lo que tenemos en España, lo que tienen en Reino Unido y demás países que conocemos como democráticos. Es así, ni más ni menos. Esa es la realidad de la democracia, el sistema en el que vivimos. Nos puede gustar o no, pero es lo que hay. ¿Que está mal que unos pocos se llenen los bolsillos a costa de otros? Claro que sí. Pero también está mal que cuando vayamos a un restaurante nos dejemos comida en el plato mientras que hay otras personas que matarían o, mejor dicho, mueren por esa comida. Pero bueno, esas personas están muy lejos, preocupémonos por que nuestros políticos no nos roben y tengamos un trabajo, preocupémonos de nuestro propio bien, del bien de nuestra clase media que del bien de los de la clase baja ya se ocuparán ellos mismos, cada uno que se ocupe de sus problemas que con eso ya hay suficiente.

Triste pero cierto. No nos engañemos, a nosotros la gente de otros países nos importa bien poco. Ahora yo estoy hablando de ella y puedo provocar cierto mal estar en las conciencias, puedo sentirme molesto y apesadumbrado por tales injusticias pero, seguramente, volveré a un restaurante y me dejaré algo en el plato bien porque ya estoy lleno bien porque no me gusta. Pero es que es así. Hace tiempo pasamos de vivir en un mundo de “infraproducción” en el que no se producía lo suficiente, a un mundo de sobreproducción donde se produce demasiado. Las consecuencias: ricos, clase media y pobres. Claro que ricos, clase media y pobres siempre ha habido, pues claro, es que de otro modo es impensable (aunque si a alguien se le ocurriera que me lo diga).

Acabo ya con el post que espero no me cause la aversión de muchas personas y, con la finalidad de que la gente se de cuenta que una democracia, es en lo que vivimos, que lo asuman, que querer cambiar el mundo está muy bien, de hecho ojalá algún día se demuestre que un sistema mejor es posible. La democracia es esto, el gobierno de unos pocos elegidos por una mayoría por eso, yo veo una analogía clara con el sistema con el que funciona nuestro planeta, el gobierno de unos pocos países sobre los otros, sobre una gran mayoría (muchos pensaréis que esa gran mayoría de países no han elegido a los que les “gobiernan”, bien, os invito a reflexionar). Y ahora sí que concluyo a la espera de las críticas.

Hoy, 2 de noviembre de 2011edito esta entrada. He estado releyendo y me he dado cuenta de que quizás no quede clara mi posición respecto a lo que trato o incluso lo que trato. He hablado de hechos evidentes que ocurren en la actualidad. Y he hablado contrastando cosas que pasan en países más pobres y más ricos. El mensaje que de verdad quería transmitir es que, nos quejamos pidiendo una democracia real cuando la democracia es lo que tenemos (que se esté usando mal es otra cosa) y que, no me acaba de gustar tanto indignado ya que, si bien, tiene motivos para indignarse, me parece que hay gente que tiene muchos más,que está en peores condiciones y que tiene muchísimos más motivos para indignarse. Pero por ellos nadie se indigna y, los pocos que lo hacen no consiguen nada exactamente por el motivo de que son sólo unos pocos. Espero haber aclarado mi desordenado artículo en cierta medida.

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