domingo, 19 de febrero de 2012

En el ascensor (Segunda parte)

-¡Hola!
-¡Buenas! ¿Ya acaba su jornada?
-Sí. ¡Por fin viernes, estaba deseando que nos dieran la libertad!
-¡Jaja! Libertad condicional querrá decir… El lunes a volver al trabajo…
-Tiene razón señorita, como en esta vida, todo es condicional, todo tiene condiciones…
-¿Todo?
-Bueno, todo no. Sólo el amor es incondicional creo yo…
-¡Jaja! ¿Celebró usted San Valentín?
-No, ya que yo me llamo … ¡Ah, espere! Se refiere al día de los enamorados…
-¡Jaja! Así es.
-No, no… ¿y usted?
-Pues la verdad es que tampoco… Entre tanto trabajo y demás las únicas conversaciones que tengo son las del ascensor…
-La comprendo perfectamente… Menos mal que he encontrado a alguien que habla de algo más que del tiempo…
-Y que lo diga…
-Ya hemos llegado… Esto… ¿Le apetecería ir a tomar un café?
-…
-Qué tontería… perdone la pregunta, no quería ser in…
-¡No, no! Sí que quiero… Además, fíjese en el cielo, parece que lloverá y una fría y lluviosa tarde charlando con un desconocido en una cafetería promete.
-¡Jaja! Pues a tomar café se ha dicho… Siempre acabamos hablando del tiempo.

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