-Pues se ha hecho largo…
-¿El qué?
-No, tu “exilio”…
-¿Exilio? Vamos, no será para tanto…
-¿Tú sabes la de veces que he estado subiendo en ascensores y sólo he oído frases cómo “Buenos, días”, “Buenas”, “Hola”, “¡Qué frío que hace!”, “Yo no he sido…”…?
-¿Yo no he sido?
-Es una larga historia…y no muy agradable…
-¡Jaja! Vale, prefiero que no me la cuentes.
-¿Y ahora qué?
-¿Qué de qué?
-Sí, yo que sé… ¿ahora qué vamos a hacer?
-Bueno, de momento, parece que pasear…
-¡Jaja! Vale, hasta ahí llego… ¿y luego?
-¿Te importa mucho?
-Pues no lo sé…
-¿Y para qué quieres saberlo?
-No sé, la gente necesita que va a hacer…
-¿Por qué?
-No lo sé…
-¿Por qué motivo te quieres preocupar de lo que harás después? ¿No prefieres preocuparte de lo que estás haciendo ahora?
-No sé…
-…
-¡Tú has estado leyendo frases de los sobres de azúcar!
-¡Jaja! Me has pillado…
-¡Jaja!
-¿Ves? Así se está bien. Hablar, pasear, ver las estrellas, el mar, ir al zoo… no sé, no necesitaba pasar el día preguntándome qué iba a hacer después… Ya te lo dije…
-¡Espontaneidad!
-Exacto. ¡Has aprendido a acabar las frases!
-¡Jaja! Te has dado cuenta…
-¡Jaja! Pues eso, sigamos paseando, ¿no?
-Pues eso… pero necesito saber una cosa, es fundamental…
-No… los niños no vienen de París…
-¡Jaja!
-No, en serio, es importante…
-Dime.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!!! Cuantas más opiniones lea mejor visión del mundo tendré (o al menos eso intentaré).