Otro año más se acaba, como no puede ser de otra manera. La gente ya empieza a hacer balance de cómo ha ido todo. Empezarán hablando de las cosas malas que, afortunadamente, serán menos que las buenas. Se dejarán las cosas buenas para el final, con el propósito de empezar el año siguiente de una manera optimista, cargados de sueños, de ilusiones, de deseos… Cosas que parece que poco a poco, en algún momento del año se irán apagando, se olvidarán, para dejar paso a otros nuevos anhelos. No quiero dar un tono triste, ni cierto aire “épico” a mi despedida de este año, ni mucho menos. Solo quiero dejar claro algo de lo que me he dado cuenta.
Hace tiempo que sé que cada año solo puede ser mejor que el anterior. Esto es así y no puede ser de otra forma. Parece una gran mentira, algo optimista, pero no. Los años que vienen siempre son mejores. Todos los años conocemos gente, todos los años nos reímos, todos los años soñamos, todos los años vivimos. Y todo eso, cada año se va acumulando, lo vamos cargando en nuestra memoria o, si lo queréis decir más bonito, en nuestro corazón (pero suena demasiado cursi… ). Pero, ¿y las cosas malas, no las llevamos también a cuestas? Pues no, esos “contratiempos” se nos olvidan.
Algunos pensaréis que no tengo ni idea de lo que estoy diciendo, pero puedo aseguraros que una simple cosa buena te hace olvidar todas las cosas malas. Pensad en la de veces que hemos conseguido que alguien que estaba triste sonriera. Pensad cómo podemos hacer reír a una persona en medio del llanto. Y ahora pensad en la situación contraria, intentad hacer llorar a alguien que sonríe, no se puede. No se puede y sería una estupidez intentarlo. Nada se seca más rápido que una lágrima.
Os habréis fijado (o no) en que no he hecho ni una sola mención a este año en concreto. No he querido porque creo que, tras decir que cada año solo puede ser mejor que el anterior, estos párrafos me servirán para siempre. Sé que habrá años que serán legendarios, sobre todo cuando pasen dos determinadas situaciones en mi vida, situaciones que harán que los años en los que ocurran sean especiales, pero aún así, por muy especiales que sean esos años (que estoy deseando que lleguen, para qué engañarnos (puede que os preguntéis: ¿y de qué estará hablando? Pues bien, si lo queréis saber me lo preguntáis, pero no quiero “manchar” esta despedida de año con demasiada subjetividad… (“pero si el texto es subjetivo a más no poder…” (lo sé, pero bueno… xD)))), los siguientes siempre serán mejor.
Y no me apetece escribir más, os diría mi propósito para el próximo año, pero paso, otra vez invito a preguntar personalmente (aunque incluso puede que lo tuitee… xD). Solo puedo acabar diciendo, que más que un propósito, hay algo que debería de ser una actitud general hacia la vida: la risa. Reíd y haced reír, si hacéis eso nada más importará.
Feliz año siguiente!!! ;D
Hace tiempo que sé que cada año solo puede ser mejor que el anterior. Esto es así y no puede ser de otra forma. Parece una gran mentira, algo optimista, pero no. Los años que vienen siempre son mejores. Todos los años conocemos gente, todos los años nos reímos, todos los años soñamos, todos los años vivimos. Y todo eso, cada año se va acumulando, lo vamos cargando en nuestra memoria o, si lo queréis decir más bonito, en nuestro corazón (pero suena demasiado cursi… ). Pero, ¿y las cosas malas, no las llevamos también a cuestas? Pues no, esos “contratiempos” se nos olvidan.
Algunos pensaréis que no tengo ni idea de lo que estoy diciendo, pero puedo aseguraros que una simple cosa buena te hace olvidar todas las cosas malas. Pensad en la de veces que hemos conseguido que alguien que estaba triste sonriera. Pensad cómo podemos hacer reír a una persona en medio del llanto. Y ahora pensad en la situación contraria, intentad hacer llorar a alguien que sonríe, no se puede. No se puede y sería una estupidez intentarlo. Nada se seca más rápido que una lágrima.
Os habréis fijado (o no) en que no he hecho ni una sola mención a este año en concreto. No he querido porque creo que, tras decir que cada año solo puede ser mejor que el anterior, estos párrafos me servirán para siempre. Sé que habrá años que serán legendarios, sobre todo cuando pasen dos determinadas situaciones en mi vida, situaciones que harán que los años en los que ocurran sean especiales, pero aún así, por muy especiales que sean esos años (que estoy deseando que lleguen, para qué engañarnos (puede que os preguntéis: ¿y de qué estará hablando? Pues bien, si lo queréis saber me lo preguntáis, pero no quiero “manchar” esta despedida de año con demasiada subjetividad… (“pero si el texto es subjetivo a más no poder…” (lo sé, pero bueno… xD)))), los siguientes siempre serán mejor.
Y no me apetece escribir más, os diría mi propósito para el próximo año, pero paso, otra vez invito a preguntar personalmente (aunque incluso puede que lo tuitee… xD). Solo puedo acabar diciendo, que más que un propósito, hay algo que debería de ser una actitud general hacia la vida: la risa. Reíd y haced reír, si hacéis eso nada más importará.
Feliz año siguiente!!! ;D
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!!! Cuantas más opiniones lea mejor visión del mundo tendré (o al menos eso intentaré).