—¿Cuándo?
—Mmmm.. pues tampoco lo sé.
—Sí que lo sabes, pero no te apetece decírmelo ahora porque vamos a por la tercera.
—¿A por la tercera?
—¡Jajajajaj! Increíble, lo que pagaría por haberte hecho una foto de la cara que has puesto.
—La cara que tengo, guapa.
—Y lo que a mí me gusta esa carita.
—Ñoñerías mañaneras para empezar el día con energía, ¿eh?
—El día ya lo hemos empezado con energía.
—Y ha sido mi culpa.
—¡Lo reconoces!
—Sí.
—Vale, y tú, ¿qué excusa pones cuando llegas tarde?
—¿Yo? Pues sinceramente, ninguna. Ni siquiera se dan cuenta de que no estoy creo yo.
—¿Cómo puede ser eso?
—Bueno, algo me dijeron el otro día, creo que el jefe me estaba echando una bronca increíble por haber llegado media hora tarde y…
—¿Y ahora me lo cuentas?
—Vamos a ver, tampoco me enteré mucho de la bronca.
—¿No?
—No.
—Fue la mañana de la nata.
—La mañana de la…¡Ah! ¡Jajajajaja!
—Exacto.
—Vale, perdonado entonces, perdonado, indultado, premiado y lo que quieras, porque menuda mañanita…
—¿Y la noche? Te acuerdas de la fon…
—La fondue de chocolate después de que estos se fueran.
—Madre mía menuda nochecita, esas sábanas las tiramos, ¿no?
—No nos quedó otra.
—Buf, lo que fue esa noche eh, jugamos a Michael Jackson, nos hicimos negros y luego poco a poco…
—Poco a poco volvimos a ser blancos
—¡Jajajaja! Pero mucho mejor nuestro método, más barato que la cirugía, sin anestesia, solo con nuestras…
—¡Para que hoy no vamos a trabajar al final!
—¿Y a ti no te dicen nada?
—¿A mí? Digamos que tampoco se dan cuenta, o eso o no quieren decirme nada… Saben que trabajaré para ellos y so buena, creo que ya se lo demostré lo suficiente cuando…
—Sí, cuando tuviste que ir a trabajar. Si no les quedó claro…
—¿Y tú qué hiciste? ¿Qué hiciste mientras?
—Ya lo sabes, cosillas, no parar, te lo iba contando.
—¡Es verdad! ¿Comemos juntos?
—¿En casa? Yo salgo sobre las dos y aún no sé si iré por la tarde o…
—Nos da tiempo, pero en casa no. Me apetece restaurante, de los buenos.
—Nuestros amigos se asustan cuando te oyen decir eso.
—¡Jajajaja! Ya deberían de saber que cuando digo restaurante de los buenos es uno bueno, bonito y barato, y sobre todo tranquilo.
—¿Deberían?
—Sí.
—Sí.
—Oye.
—¿Y si nos vamos?
—¿A trabajar?
—No.
—¿A por el tercero?
—No… bueno sí, también, pero…
—¿A dónde?
—Lejos.
—Lejos, como…
—Lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!!! Cuantas más opiniones lea mejor visión del mundo tendré (o al menos eso intentaré).