El de cuando la pena de muerte

Quien más y quien menos ha tenido que dar su opinión sobre la pena de muerte alguna vez y, si no ha sido así, seguramente haya reflexionado sobre esta en algún momento de su vida. Últimamente, pese a que no me han pedido ninguna redacción donde dar mi opinión sobre tal caso, he estado pensando en la pena de muerte debido a una noticia que leí en Wikipedia el otro día. Pero antes de contar la noticia que me hizo cavilar largo y tendido, me gustaría intentar explicar de algún modo mi opinión sobre el polémico tema.
En un principio, cuando pensaba sobre si alguien merecía morir por los delitos que había cometido, yo creía que “dependía”. No era capaz de decir sí o no rotundamente (y a día de hoy creo que tampoco podría). Lógicamente, pensaba en una persona que ha matado a alguien e iba a la cárcel y después de eso se le aplicaría la pena capital. Al meditar sobre lo que se estaba haciendo, matar a una persona, por muy culpable que fuera, la pena y el remordimiento, la compasión invadían mi ser. Pero no quería parar de imaginar. Normalmente aplicaba el caso a que alguien matara a alguna persona conocida, bien un familiar o bien un amigo o amiga. Ahí sí que lo veía claro, esa persona no se merecía la vida (sé que suena un poco fuerte, pero poneos en la situación y pensar en la rabia y sed de venganza que tendríais). Aún de este modo, a pesar de toda la rabia y ganas de venganza que tendría ante tal hecho, sería muy difícil para mí ejecutar o que ejecutaran a una persona por haber cometido un asesinato. Menos mal que las personas tenemos la capacidad de perdón… pero a pesar de esto, la sensación de que el asesino no merece estar vivo la seguiríamos teniendo dentro, creo yo, ya que hay ciertas cosas imperdonables. Sólo hay una apariencia de perdón pero en el fondo de nuestra alma siempre quedará un cierto rencor o resquemor creo yo (hablo sin haber experimentado ninguna de estas situaciones y sin tener ganas tampoco de experimentarlas…). Luego podríamos citar incluso otro ejemplo. Pensemos en el terrorista que mata a miles de personas. Ese sin duda parece merecer ser ejecutado.
No quiero extenderme tampoco mucho así que iré concretando todo un poco. Sin duda, en todos los casos, parece que los asesinos merecen la muerte, que hay que ejecutarlos, que se lo han ganado. Bien, aquí entra mi historia con la Wikipedia. No sé como, leí un artículo sobre la pena de muerte en España. La pena capital no se prohibió hasta 1978 en un principio y hasta 1983 definitiva y completamente. Esto me causó algunos dolores de cabeza. Tras pensar que, sin duda, merecen la pena morir esos indeseables, también me di cuenta, con la noticia de la pena de muerte en España (con el conocido garrote vil, método originario de nuestro país(tenía que decirlo)) que, claro que se han ganado el derecho a perder la vida pero, esto plantea otra terrible problemática. Ellos no merecen vivir pero, ¿podemos nosotros ejecutarlos? ¿Estamos capacitados para quitarles la vida, por mucho que lo hayamos hecho “legal”? Aquí mi respuesta es clara. No.
Perdonadme si puedo parecer un poco sentimentalista y si de algún modo me he liado escribiendo esto o incluso he conseguido que os perdierais siguiendo mi desordenada exposición pero, no intento ser ordenado. Intento explicarme tal y como pienso y, sé que no todos pensamos igual… bueno, dejo de meterme en una maraña de proposiciones que acaban por enredar todo un poco más y me lanzaré a “comprimir” lo que he querido decir con este fragmento que, creo se puede hacer con dos preguntas y dos respuestas: ¿Hay gente que merece morir? Sí. ¿Estamos capacitados para ejecutarlos? No.
Esto nos llevaría a otra pregunta: “Y entonces, ¿Qué hacemos?” La verdad, no lo sé. Si alguien lo sabe qué me lo diga.