sábado, 9 de abril de 2016

No leas esto

Paso el dedo por la barra espaciadora y me chupo la lágrima que acababa de caer. Está caliente, salada, en su punto. Ni muy triste ni muy líquida. Idónea, ideal, de las que llenan el mal. No hay mar que por bien no venga. Y todo es nadar y nada, hacia un absurdo tan sentido, tan común, tan fingido y compartido. 
¿Qué quiso decirnos con esas tres o cuatro líneas? No lo sabemos, todavía no lo sabemos. Pero es el último rastro, la última muestra de vida antes de... desaparecer, sí, desaparecer, porque sé que lo encontraremos, lo encontraré y... y sé que está bien. No sé por qué, ni cómo,  pero sé que en parte maneja la situación. Las primeras horas estuve algo nerviosa, los primeros días se podría decir que desesperada... Todavía recuerdo cómo me llegó esa llamada de sus padres, bueno, de su madre, que si estaba conmigo, que no les cogía el móvil. Ahí supe que lo que decía algunas veces bromeando, pero bromeando de verdad, había sucedido. Pestañeas y ya no está.
¿Se lo han llevado? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Qué escondía? No teníamos secretos. No los tenemos, porque puede estar seguro de que le contaré lo que me está haciendo pasar... Sé que lo sabe y estará muriéndose por dentro y con el corazón a dos mil revoluciones por segundo. No soportaba preocuparme, era incapaz, muchas veces se callaba todos sus problemas, hasta que no podía más y me decía todo lo que pasaba... era como esa olla a presión que para seguir cocinando debe de tirar poco a poco el aire... solo que él esperaba casi hasta explotar. 
Nunca te imaginas que serás de esas personas que pegan carteles en farolas, justo encima del de un gato perdido y de un anuncio de clases particulares de repaso por algún titulado que no encuentra nada más. Carteles, mensajes en todas las redes sociales... hasta pensé que su cara podría salir en un brick de leche, como siempre pasa con los niños desaparecidos en Estados Unidos. ¿Os lo imaginais? "Ahora sin lactosa, mañanas ligeras, siéntete bien, pero bueno, siempre y cuando no pienses que esta persona de la caja puede que no vuelva a ver a su familia, esté siendo torturada o incluso que esté en estado de descomposición. Siéntete ligera." Y luego pondría lo mismo pero en portugués. Es curioso que las cajas de leche sin lactosa sean para mujeres... A él le gustaba la leche sin lactosa.

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