lunes, 6 de marzo de 2017

Cuando no puedes leer...

Hay quien dice refugiarse en la lectura. Nos lo han vendido mucho, la lectura es la solución, hasta hay libros específicos que pretenden cambiar nuestras vidas, hacernos ver, vivir, incluso actuar de diferentes modos, pero... ¿y cuándo no podemos leer? Hay momentos en los que no podemos ni siquiera leer y entonces, por mucho que se lo propongan, los libros no son tampoco un refugio. Hay personas que cuando no pueden leer deciden que es el momento de escribir. Mala idea. Vale, es verdad que de vez en cuando puede surgir algo mínimamente brillante, pero creo que es una mala idea. Cuando no puedes leer y escribes, surgen ideas y personajes que son muy malos o muy buenos, o quizás muy mediocres, si es que se puede ser muy mediocre. El caso es que cuando no puedes leer y eliges como opción escribir antes que gritar, correr, dibujar, beber, pegar, drogarte o follar, todo lo que escribes es muy. Muy lo que sea, pero en definitiva muy. Y lo peor de todo es cuando pasa el tiempo y lees, quizás por primera vez, eso que escribiste cuando no podías leer, y es curioso, porque si lo lees en uno de los momentos en los que puedes leer te parece algo absurdo, seguramente triste o, tal vez, te provoque una sonrisa cargada de sarcasmo. Ahora, como hagas el esfuerzo de leer lo que escribiste cuando solo podías escribir en un momento de esos en los que solo puedes escribir... ahí, ahí te das cuenta de lo mala idea que es, te das cuenta de que escribirás exactamente lo mismo, escribirás algo muy. Te das cuenta también de la repetición, del estancamiento y es... es algo que debería hacerte llorar. ¿Por qué nos repetimos así? ¿Por qué volver a esos escribir muy? Reconozco que este fragmento forma parte de uno de esos momentos en los que no puedo leer. Tampoco he podido correr y otras opciones ni siquiera tengo ganas de planteármelas. Se nota, se nota mucho que no puedo leer. Cuando tienes dioptrías en la mente, empiezas algo y la mayoría de las veces, lo que haces, lo que haces son simples latigazos, latigazos que muchas veces no tienen un fin ni fin, latigazos al vacío... simplemente dejas de hacer lo único que puedes hacer cuando no puedes leer y no acabas, porque el mareo, el mareo es sup... 

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